martes, 21 de enero de 2020

Opera Magna - Sala Bóveda - Barcelona

Sala Bóveda, 18 de enero de 2020

Hace casi un año que Opera Magna culminaron su ambicioso y genial proyecto en tres actos titulado igual que una obra de Gabriel García Márquez: Del amor y otros demonios, aunque sólo toma prestado el titulo para contarnos una historia más mística que la del escritor colombiano. Tras varios meses de una gira que los ha llevado por la geografía española y por Latinoamérica, llegaron a la sala Bóveda de Barcelona para demostrarnos una vez más su altísimo nivel.

El concierto era sólo de los valencianos, sin otro grupo que abriera y empezaron a las 21h. Por entre el público me encontré con Alberto Tramoyeres, de Sylvania que me dijo que les había comentado si querían que ellos desempeñaran esa labor, como años atrás ya hicieran.

Antes del concierto normal, hubo una sesión para los que habían adquirido la entrada VIP.

Lo primero que me sorprendió es ver que al teclado no iba a estar Rubén Casas, el teclista oficial de la banda, siendo sustituido por Nacho Sánchez Soler, de Systemia que es la otra banda donde milita José Broseta de corte más progresivo.

Bajan las luces y suena la melodía introductoria lanzada por el séptimo miembro de Opera magna, Fernando Asensi desde la mesa de control. Gran labor técnica de uno de los pocos que consiguen hacer que Bóveda suene de maravilla.


Un concierto especial nos tenían preparado en el que iban a desgranar en su totalidad los 3 actos que componen Del amor y otros demonios, más dos canciones extra. La sala estaba a dos terceras partes de su aforo, lo que no está mal pero no hace justicia a la calidad de este grupo… aunque los que allí  estuvimos, lo pasamos estupendamente.

Un gran trabajo en el que todos los miembros del grupo estuvieron al máximo nivel: la guitarra rítmica de Enrique acompañando el virtuosismo de F. J. Nula, cuyas cuerdas alcanzan la velocidad de la luz. Alejandro al bajo, siempre animado en el escenario. Nacho, como ya he comentado, llevando las tecles con maestría y Adrià atronador en la batería.

Por el tiempo que llevan ya la trilogía en el mercado, se nota que el público conocía mejor las canciones de los dos primeros actos que los del tercero, pero los ánimos nunca bajaron... Nos prometieron que volverían con un set-list más convencional e hicieron saltar al público con la interpretación de ‘El pozo y el péndulo’ de su disco ‘Poe’ y terminando con Horizontes de gloria, de ‘El último caballero’, ¡dejándonos con ganas de mucho más!

Tras el concierto, como es habitual, bajaron de los camerinos para que, quien quisiera, pudiera hablar un rato con ellos, hacerse fotos... sin la habitual presión por parte de la Seguridad de la sala para desalojarla (todo un detalle).


Sólo queda agradecer a la gente de Maldito Records y a Opera Magna por facilitar el acceso para realizar la crónica.

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