Sala Razzmatazz 2
Un año y veinte días. Parece una condena... pero es lo que hemos esperado desde la pasada edición de este festival que nos evoca imágenes de nieve y metal. Y, pese a que ha estado siendo un invierno muy cálido justo para estas fechas se han estado registrando las cotas más frías de la temporada y nevadas copiosas por la geografía española (no así por Barcelona, todo sea dicho).
Aun así la lluvia respetó la noche del sábado permitiendo que, con datos contrastados por la organización, se congregaran alrededor de 400 personas en Razzmatazz 2 para una noche de death y folk metal. Es agradable ir dos noches seguidas a conciertos en Barcelona y ver que las cotas de público son apabullantes y, en particular para Winterfest, haber crecido en asistencia año a año.
Al acceder a la sala ya estaba prácticamente llena y los primeros en tocar esta noche serían los brutales Ravenblood que, con una puntualidad casi suiza, comenzaban su concierto a las 19:15. Con una intro musical daban paso a la rabia de Call of Raven. Ellos fueron el primer cabeza de cartel del primer Winterfest y con la labor de caldear el ambiente y con el limitado tiempo que disponía cada banda para tocar, fueron desgranando hasta un total de 7 temas.
El usual carisma de Dani C. Pérez en el escenario y poseedor de unos growlings que parecen surgidos del infierno demuestran que su vuelta al grupo era necesaria.
Purge fue el tema que grabaron tras su retorno y el segundo en sonar, ¡atronador! En el escenario se pudo ver la calidad del fichaje para las 6 cuerdas: Arnau Vallbé, al que ya se ve totalmente integrado en el quinteto. El resto de la banda, Dani Ruiz en la batería, Jose en la guitarra y Raúl al bajo completan la formación que, parafraseando su frase favorita, hizo que Razz 2 se dejaran el puto cuello! Siguieron con ‘Hanging over the river’ y ‘Pathfinder’ y entre el público se observaba el fervor en forma de pogos variados.
Para la interpretación de ‘King among slaves’ contaron con la participación en directo de Rose Avalon dándole una nueva dimensión a esta canción.
Por cierto, el temazo que casi para el final fue ‘Chasing dreams’ cuyo videoclip se estrenaba el día antes del concierto, sonó increíble, dejando el pabellón por todo lo alto y con muchas más ganas de fiesta.
Con el público entregado se despidieron con ‘Wave wings’ en medio de una merecida ovación.
Tras un rápido cambio de set los siguientes en saltar al escenario fueron Drakum, que fueran el grupo principal en la edición anterior. Con un line-up remozado en la voz, ya que el actual cantante de la banda, Ümbra, era la novedad este año. Actualmente se encuentran trabajando en su siguiente álbum de estudio y tenía el interés de ver si hacían algún adelanto en este Winterfest, pero aún tendremos que esperar un poco para escuchar qué están cocinando.
Mientras sonaba la introductoria ‘Introll’ la banda iba posicionándose en el escenario acogidos por el público con entusiasmo y dando paso directamente a ‘Wall of deadly trolls’ y ‘The wanderer’. El sonido en Razz 2 no dio problemas en general durante la noche, algo que redunda en el disfrute del concierto. Ümbra es todo un frontman y ha sabido coger muy bien las riendas del micrófono dando un nuevo matiz a las canciones clásicas de Drakum.
Y es que escucharlos es sinónimo de fiesta (creo que esa noche hubo poco rato para el aburrimiento) y entrábamos en la parte más etílica del set list con ‘Drunk Troll’, ‘Spirit’ y la divertidísima ‘Absinthe’.
De nuevo se dejaba ver que el poco tiempo del que disponía cada banda no era un problema para desgranar los temas más significativos.
En el escenario el violín de Javi ‘Caleb’ siempre dando color a la caña de Drakum, alrededor de las guitarras de Marc y Feni y la atronadora base rítmica de Xavi en la batería y Jose Luis en el bajo.
La carta de licores seguía corriendo en forma de ‘The magic potion of evil jester’, ‘Troll Recipe’ y ‘Whisky’. ‘The big one’ es un tema que llevan tocando desde el principio y sigue siendo brutal verlo en directo… pero cuando suenan los acordes de ‘Around the oak’ ya sabes que queda poco y hay que darlo todo.
Como viene siendo tradicional, el maestro de ceremonias, Tomás Quílez subió al escenario mientras se preparaba todo para el siguiente grupo para agradecer la asistencia y para llenar de regalos el festival. Unos cuantos afortunados se irían del Winterfest con grandes recuerdos.
Se oscureció el ambiente y los siguientes en saltar a las tablas fueron Lèpoka que, en este Winterfest IV, comenzaban la gira ‘Pa lo que me queda en el conventour…’ correspondiente al nuevo disco ‘Bibere Vivere’.
Y con ‘Broceliande’ sonando ya no podías otra cosa que dejarte llevar por la más folk de las bandas de la noche que venía con ganas de mostrarnos porqué se están convirtiendo en una de las bandas con más crecimiento en el panorama nacional. La mayor parte del setlist se basó en el nuevo disco, sonando temas ya conocidos de hace tiempo, como Goliardos y otros que se vestían de largo para la ocasión como Ukon Laula, Robin Booze o Yo controlo. Rose Avalon volvía a hacer aparición en el escenario para volver a poner su voz, esta vez junto a la de Dani (¿es quizás un guiño de cara a la quinta edición?)
Tampoco faltó el recuerdo a su anterior disco del cual tocaron la homónima y tremenda Beerserkers y, como colofón final a la fiesta… ¿qué mejor que un ‘Chupito’?
En el interludio se volvieron a repartir regalos entre los asistentes (la verdad es que es todo un detalle que la organización y las bandas realicen cosas así que premian la asistencia) mientras Northland, encargados de cerrar el festival, se preparaban.
Recientemente se han sumado a las filas de Northland el violinista Javi ‘Caleb’ que ya habíamos podido ver en Drakum (así que le tocaba doblete) y Marcos que coge las riendas de la batería. A su vez, la despedida de Pol, teclista, para emprender una aventura personal en Japón que lo mantendrá alejado de la actividad de la banda.
Tras la introducción musical comenzaron tocando los dos primeros temas de ‘Downfall and rebirth’, su último trabajo hasta la fecha: ‘When nature awakes’ y ‘Bloodred sunrise’. Como ya he dicho, toda una sorpresa la calidad de Northland, que aúnan la caña del viking/death con pasajes más folk sin decaer en ningún momento. Seguidamente un viaje a unos años atrás con ‘Inmortal forest song’ y ‘The old town’s Inn’. Sorprende lo rápidamente integrados que están los nuevos componentes junto a Pau (inmenso en las voces), Álex (guitarra) y Vic (bajo) consiguiendo la entrega total del público que, pese a llevar 3 horas dándolo todo, ¡aún tenían ganas de más! Así que, cuando llegó el turno de Revenge y el final de su actuación, poniendo el broche a esta cuarta edición del Winterfest aún queríamos otra! Y es que ya lo dije días atrás… 45 minutos por banda se iba a hacer escasos…
En definitiva, Winterfest se va consolidando como un evento de calada entre los seguidores del folk en particular y del buen heavy metal en general. Un festival que apuesta por bandas nacionales sin renunciar a la calidad y el buen hacer. En esta edición el sonido estuvo mucho mejor que en la pasada, sin llegar a ser lo perfecto que uno desearía pero que en absoluto desmerecía el espectáculo que habíamos visto. También hay que decir que, pese a la sensación de haber durado poco es sólo eso, fueron algo más de 4 horas en total (y sin retrasos) con el tiempo equitativamente repartido entre los grupos y que todos ellos demostraron su calidad y supieron conectar con el público asistente, ávido de folk metal.
Un aplauso a On Fire y gracias a Eva y Tomás por las facilidades durante el festival para poder realizar esta crónica y las fotos que acompañan y… A por la quinta edición!