Texto: Jaime Ait
El pasado sábado 7 de noviembre de 2015 actuaban Saurom en Barcelona, en la sala Bóveda (por mucho que lo intento, me cuesta no llamarla Mephisto). Lo hacían acompañados de SombraS, una banda que resultaba perfecta para redondear un concierto que parecía estar generando bastante movimiento entre los fans de la ciudad condal y cercanías. Al llegar a la sala, ver la enorme cola de gente que esperaba para entrar al concierto sólo constató las expectativas y, desde el minuto 1, Bóveda iba a estar llena hasta la bandera y aún se iban vendiendo entradas en taquilla.
Pero no todo iba a ser bueno. Por desgracia la apertura de
puertas se demoró una media hora y la cola avanzaba no muy rápidamente y los
que estábamos en la mitad final ya vimos empezado el concierto de SombraS. Por
suerte sólo fue, en nuestro caso, la primera canción, compuesta por ‘Polka’
como introducción y ‘La nit de Sant Joan’.
El show continúa con ‘Lady Cobra’, ‘El viaje de Caronte’, ‘Pirata
del rock’n’roll’ y la bien conocida ‘Estadea’. En este último tema contaron con
la colaboración de su antiguo guitarrista Rafa dando caña sobre el escenario.
Como broche final nos deleitaron con ‘Seremos tres’ en el
que resultó un concierto memorable en el que toda la banda, Daniel, Josep,
Roger, Pau, Gabriel, Julián, Rafa y Jakob, tuvieron la oportunidad de mostrarnos
que merecen subir un escalón en el mundillo del metal.
Posteriormente hemos sabido que es el último concierto de Dani con SombraS.
El público tenía más ganas de música y Saurom no tardaron
mucho en tener a punto el escenario para ellos. Lo que se nos venía encima no nos lo esperábamos los
asistentes. Ni más ni menos que veinticinco (¡¡¡25!!!) canciones fueron las que
nos regalaron.
Comenzaron fuerte con ‘Nostradamus’, perteneciente a su
disco de 2004 ‘Legado de juglares’, y el público supo disfrutar de esta
elección. Para mí era la primera vez que
los veía en el escenario y este concierto sirvió para confirmar lo que ya me
parecía en la escucha privada de los discos: son una banda impresionante. La
maestría de Narci Lara, multi-instrumentista (en directo estuvo tocando la
guitarra, panderetas, gaita y violín) era patente en cada tema, ya fuera en los
de corte más folk o en los más duros. En sus últimos trabajos han añadido
muchos más instrumentos que le dan este toque que evoluciona al folk, pero en
directo suenan atronadores.
Mención especial a la voz de Miguel, demostrándonos su
amplio registro de voces: desde los matices rasgados a una más limpia y
cristalina. Además también nos sorprendió tocando la guitarra o el violín en
algunos temas. Y es innegable que resulta un frontman de primer nivel,
consiguiendo empatizar con el público y haciéndonos reír con su gracia natural
en el escenario. Hasta ‘ofició’ una petición de mano en la sala y les dedicó
una de las canciones.
Como he dicho, 25 canciones… que tocaron prácticamente de un tirón, lo que hace unas dos horas largas sin bajar el ritmo. Del nuevo disco esperaba escuchar ‘El carnaval del diablo’ y no salí defraudado.
Todos los componentes tuvieron su momento de lucimiento ante
el público, pasando a un primer plano. José, con su bajo decorado con corazones
y Mickey Mouse, era una presencia continua en el escenario. Raúl, a la otra
guitarra, imponente con su elegancia. Hasta Santi, en los teclados, se acercaba
al borde del escenario en ocasiones usando su ‘keytar’ blanco. El único que se
mantuvo en su puesto fue Antonio, a la batería…. eso sí, sonando como un
tanque!
Tenía la duda de qué harían con ‘La musa y el espíritu’. No sabía si tocarían la versión original o la nueva acústica… La ganadora fue la primera. Eso sí, noté que vocalmente fue un mix de las dos, ya que Miguel hace todas las voces y la cantó en un tono ligeramente distinto. ¿Os he dicho cómo me gusta este tema? ¿No? Pues ya lo sabéis.
Llegó el momento en el que Narci pidió al público que realizaran un ‘círculo juglar’ en el que, cuando sonaron los acordes de la canción homónima, se convirtió en una auténtica fiesta de baile desenfrenado. A partir de aquí, la recta final fue apabullante con ‘Dracum Nocte’, ‘Fiesta’ y ‘La taberna’.
Fue súbito el final ya que no hubo ni bises y todos nos
quedamos con ganas de más. Espero sinceramente que vuelvan pronto y podamos
disfrutar de más Saurom en Barcelona, ya que ellos mismos quedaron encantados
con la acogida que tuvieron.
En definitiva, conciertos como éste, tanto por la calidad
ofrecida por las dos bandas como por la asistencia de público, hacen renacer la
fe de que puede haber llenos en salas con metal nacional… Yo me quito el
sombrero ante ellos.
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