Texto: Alex Torres
Muchísimas ganas tenía yo de volver a caminar por este desierto lleno de exotismo y magia de la mano de esta banda riojana. Después de su disco de debut grabado entre solo dos componentes, la incorporación de más músicos al grupo ha permitido que la formación sea más sólida y claro, puedan salir de gira y ayudar a la composición de este segundo disco.
A nivel global yo he de decir que cuando descubrí a esta banda, no hace demasiado, me quedé gratamente impresionado de ese estilo tan personal y potente que le imprimen a sus temas. Rápidamente los bautice como los After Forever españoles, no me gusta poner etiquetas, pero debido a que por mis oídos pasan más de 200 discos al año, me sirve como guía para orientarme. Pero les das una segunda escucha, luego una tercera, y te das cuenta que no se parecen a nadie. Han conseguido lo que es muy difícil hoy en día, tener personalidad propia y ese es uno de sus mayores éxitos, además de su calidad y buen hacer.
El disco arranca y ya nos teletransportamos a un desierto con un cielo nocturno, un horizonte de dunas y la mirada puesta en infinitas estrellas, arranca "Demonios", un medio tiempo que sirve para estabilizarte en lo que vas a escuchar en todo el disco. Riffs potentes adornados con la voz de Isa, otro pilar de la banda, que suena majestuosa. Justo cuando crees que tienes el tema dominado en tu oído, un breve silencio y el último estribillo en castellano. Brutaaaal.
Aceleramos el ritmo con "Red hour", la canción que más me ha gustado de momento; rápida, potente, y un estribillo que te sube la adrenalina. El solo de guitarra a varias velocidades es soberbio. Los toques arabescos en su justa medida.
Continúan con "Bells", donde Isa se vuelve a lucir. Este tema le encaja como un guante, la parte de piano es muy cautivadora y la de teclados nada cargante. Tiene tantas partes diferentes este tema y todas interconectadas muy sabiamente.
Seguimos con "Something real", tema más progresivo, con mucho feeling y mucha elegancia. Los teclados aquí ayudan mucho a crear atmósfera.
Después de varias caminatas por este desierto nos ponemos a echar un sueño y volvemos a soñar con glicerina por segunda vez, llega el blues y de forma cándida, íntima y personal. Una balada excepcional, como la primera parte, que se va diluyendo en tu paladar dulcemente.
Mas descansados volvemos a caminar con "64 bones", con la colaboración gutural de Steffi de In Mute. Me gusta que la banda haya optado solo por una canción donde se oigan guturales, en su justa medida, como tiene que ser y la batería me ha llamado mucho la atención en varias partes.
"The road is open"... en éste la guitarra me triunfa muchísimo, es donde más se lucen los guitarristas, tanto en riffs secundarios como en más principales. Las influencias de After Forever aquí se notan bastante.
Nos despedimos de esta travesía seducidos por la arena, con más melodías arabescas y un riff potente y demoledor que en directo seguro que se multiplica. Es un disco de medios tiempos, que eso les permite enlazar variantes diferentes en los temas de forma más fácil y se nota. Tenemos otra parte en castellano que te deja con ganas de más. Ojalá en futuros discos tengamos un tema integro en español.
Qué puedo decir, la palabra clave es ilusión. Estoy muy ilusionado con esta banda y voy a dejar muy de lado el hecho de que sean españoles, estos se llevan por delante a muchos grupos de aquí y de fuera. Si con solo dos discos ya han demostrado que se puede ser original, se puede ser profundo y se puede ser a la vez innovador, el camino está abierto, justo como el título del disco.
Nunca pensé que una travesía por el desierto podía ser tan placentera.
Black Desert son:
Isabel Bermejo - Voz
Ángel Agüera - Guitarra
Claudio Navo - Guitarra
Gabriel Valcázar - Bajo
Pablo Binda - Batería
LuisMa Hernández - Teclado
Pincha aquí si quieres escuchar la entrevista realizada a Claudio durante el programa de radio del día 12 de enero de 2016.
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