Texto: Alex Torres
Desde Valencia llega esta banda, que ya lleva batallando por los escenarios españoles desde que se formaran allá en el 98, con este nuevo disco.
Si tengo que definirlos así a bote pronto, lo tengo muy claro, es un power metal melódico, donde sacrifican la velocidad y la potencia de este género por un power más audible y más centrado en las melodías, obteniendo como resultado canciones que entran a la primera, sin saturaciones de instrumentos, donde la voz de María José Romero se puede lucir tranquilamente al igual que las guitarras, que tienen muchos riffs y solos memorables, además de estar muy bien cuidados. En cuestión de producción de sonido es limpio e impecable.
No todo es tirando al power, también hay toques de metal clásico y hard rock, eso también les da un poco de variedad. El global que han logrado conseguir es algo que me ha llamado mucho la atención. Seguro que donde más ganan es en directo, donde tienen que llamar mucho la atención desde el primer momento. El tema teclados lo controlan bastante bien, sin cargarse la magia, como acompañamiento más que correcto.
Este disco arranca con “No me rendiré” y me viene a la cabeza la palabra himno. Excelente forma de arrancar un disco con unas melodías de teclado brutales, la parte vocal impresionante. Volvemos con otra cantante de voz suave pero con muchos registros. La percusión también muy aceptable con un ritmo galopante. Te dan ganas de unirte a la rebelión y aplastar al poder del que nos habla el tema.
“La fuerza de la voluntad”, toques de Helloween y Dark Moor en un duelo vocal entre María José y Sergio, el guitarra, que ya podían explotar un poco más ya que el tío tiene una voz muy buena. Y tenemos aquí mas melodías de guitarra y teclados espectaculares junto a un estribillo exageradamente bueno.
“Como si no hubiese un mañana” dentro de lo melódico es de lo mas melódico del disco. Si os dais cuenta de los títulos de las canciones, todas hablan de superación y de positivismo, todo el disco en sí es un himno a la superación, un estribillo con bastante feeling.
“Santuario Ártico”, otra bestialidad de tema. A nivel compositivo este disco es una obra maestra, me vuelven a conquistar con otro estribillo apoteósico, un doble bombo atronador y muchos cambios de intensidad. Los teclados dan mucha atmósfera.
“Basta ya”. No podía faltar la canción power festiva. Si es que después de escuchar este álbum te dan ganas de comerte el mundo y no dejar ni miga. Aquí sí que me triunfa el solo de guitarra, el mejor de todos, y el de teclado que sigue tampoco se queda atrás.
“A la deriva ” es un cierre sublime y con Elisa Martín (ex Dark Moor), qué más se puede pedir, cuando las dos cantantes fusionan sus voces en plan alquimia sonora, el resultado es perfecto. El grupo nos deja con seis minutos que nada tienen que ver con su título, no van a la deriva, van encarrilados con una canción con varias partes muy bien entrelazadas.
Para terminar nos dejan un cover de "I surrender" de Rainbow muy bueno, donde veo que María José se defiende en ingles perfectamente y animo a la banda a que sin dejar de sacar álbumes en castellano, se marquen un disco en inglés y prueben suerte fuera de nuestras fronteras porque lo tienen todo para triunfar: buena voz, sonido bastante cuidado y sobretodo una facilidad brutal para marcarse melodías y estribillos directos y pegadizos. Seguid trabajando y luchando que tenéis mucha calidad.
Canciones de "Como si no hubiese un mañana":
02. La fuerza de la voluntad
03. Wurdalak
04. Como si no hubiese un mañana
05. Toda una vida
06. Santuario Ártico
07. Basta ya
08. Horizonte R'n'R
09. A la deriva
10. I Surrender
Wurdalak son:
María José Romero, voz
Sergio Bosquet, guitarra y coros
Germán Núñez, guitarra
Ignacio García, bajo
Iván Sánchez, teclado
Rubén Muñoz, batería
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